No hables por hablar...

Dueño de tus silencios, esclavo de tus palabras

Palabras más, palabras menos…

Palabras más, palabras más, palabras menos,
es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre.

[Lo que no me sale, lo q no puedo, lo q no tengo, lo q no me sobra, lo q me cuesta, lo q no me sale, lo que no soy…]

Palabras nuevas, palabras llenas de remordimiento,

[Palabras q nunca digo, palabras de las q me arrepiento, palabras q todavia no me atrevo a decir, palabras iluminadas…]

palabras que se lleva el viento,

[Las q no percibis, pero salen, las q no todos pueden escuchar, las q se pierden en el continuo intento de ser…]

palabras menos, palabras más.
Palabras más, palabras más, palabras menos,
es lo que más te puedo dar, es lo de siempre.

[Lo q soy, lo q derrocho, lo q me sobra, lo que sale facil, lo q fluye, lo q puedo, lo q fui, lo q seguire siendo…]

Palabras viejas, palabras sólo como pasatiempo,

[Palabras q digo por decir, q no pienso, q digo siempre, q no cambio, q no cumplo, q salen solas, q use mucho…]

palabras que soplan en el viento,

[Palabras q estan ahí para q yo las tome, q me empujan a saltar, q q me incitan a soñar, q no me puedo despegar…]

palabras fáciles de olvidar.

[Promesas, compromisos, nunca mases…]

Desde que nadie me llama, supay, supay

No siempre puedo sonreír, lamento que me encuentres llorando, y q eso sea lo normal…

Diciendo adiós a los trenes…

Desemboco en un laberinto de andenes,

Y con la mirada perdida no encuentro el camino.

Pero quien pierde los trenes? Vos o yo?

Será q has subido a un tren y desde abajo te veo partir?

O te veo desde arriba sentada en mi butaca?

Es acaso el tren del olvido?

O será el tren de un proyecto juntos?

Quien pierde más?

El que queda abajo o el que subió y se esta yendo?

Nunca supimos jugar bien este juego traicionero

Ahora ya nos ven

No hay prenda de abrigo

O si la hay, pero ya no abriga ese corazón

Me fui porque quise, me quede porque te fuiste?

Todavía no logro desandar mis dudas

Si se que tengo que mirar al frente

Dejar de mirar la velocidad del tren

La verdad no quiero quedarme colgada

Del que me colgó la última vez…

Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear
y al llegar y me puse a gritar ¿donde estás?

Au Revoir!

Y Mucha Luz!

Lecciones de urbanidad, qué es eso?

Lecciones de urbanidad

Frondosas y controvertidas lecciones

Me pregunto yo de que sirve aprenderse de memoria cientos de reglas y normas para convivir en sociedad, si puertas adentro solemos ser animales

Me cago en las lecciones de urbanidad, en aquellos q se dicen poseedores de las mismas y también me cago en la urbanidad.

Vaso medio lleno? Si

Me rebalsan las lecciones estas

Si a la hora de ponerlas en practica con quien si se las merece, vivimos cagándonos hasta a nosotros mismos

Hay que tener cojones alguna vez, tomar el toro por las astas

Cordial? Atento? Considerado? Cortés? Cumplido? Educado? Solícito? Servicial?.

También me cago en todo eso!

He de señalar con el dedo a mas de uno q se carga a cuestas las lecciones de su “urbanidad”.

Hay mas bajos instintos en aquellos q se llenan de frases hipócritas y disfrazadas.

No hay más falsedad q la sonrisa engalanada y mentirosa, vil e infame.

Las mentiras solo convencen a los mediocres.

Siempre dije q las apariencias engañan, pero a favor de ud?, pues no

Los pecados no se esconden, lamento informar, tarde o temprano renacen cual ave fénix.

Desalmados y con modales? Tampoco me lo creo

Hacen falta demasiados saberes para creérselo…

Lamentablemente quien se cree poseedor de las lecciones no ha reparado en la realidad, hay quienes solemos ver mas allá, con locura, nacimos para desenmascarar las lecciones de su urbanidad

Au Revoir!

Y Mucha Luz!

Bienvenida...

Ella es el viento y viene y me abraza.
Ella se acuerda de mi, buscándome las cosquillas,
los besos que nunca di.

Démosle la bienvenida a un nuevo espacio.
Lo estreno con un texto bastante interesante...

DECALOGO DEL ESCRITOR *

• Primero. Cuando tengas algo que decir, dílo; cuando no, también. Escribe siempre.

• Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Házlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

• Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".

• Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dílo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

• Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

• Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

• Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

• Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

• Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

• Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

• Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

• Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

Au Revoir!

Y Mucha Luz!

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