jueves, 7 de octubre de 2010

Ya está,-

Ya está, estoy que no doy más,
no se puede tocar más fondo que este fondo,

miércoles, 6 de octubre de 2010

Revuelta Pesimista

Un día te despertas, y te das cuenta de todo.
No se puede soñar, ni despierto ni dormido.
Hoy estas y mañana te vas.
Solo.
Así venimos, así nos vamos.
Se llenan nuestros días de cosas,
siempre más malas que buenas.



MARÍA: (MIRÁNDOLA CON ESPANTO). ¡Oh! ¡Déjeme, váyase, y déjeme!
MARTA: Voy a dejarla, sí, y para mí también será un alivio: a duras penas soporto su amor y sus lágrimas.
Pero no puedo morir dejándola convencida de que tiene razón, de que el amor no es en vano, y de que esto
es un accidente. Porque ahora estamos dentro de la normalidad. Hay que convencerse.
MARÍA: ¿Qué normalidad?
MARTA: Ésa en la que nadie es reconocida nunca.
MARÍA: (ENAJENADA) Qué me importa, casi no la entiendo. Mi corazón está desgarrado. Sólo le importa
aquel a quien usted mató.
MARTA: (CON VIOLENCIA). ¡Cállese! No quiero oír hablar más de él, lo detesto. Ya no es nada para usted.
Entró en la amarga morada donde el hombre queda exiliado para siempre. ¡Imbécil! Tiene lo que quería,
encontró a la que buscaba. Ya estamos todos dentro de la normalidad. Comprenda que ni para él ni para
nosotros, ni en la vida ni en la muerte, hay patria sin paz. (CON UNA RISA DESPRECIATIVA.) Porque no se
puede llamar patria. ¿Verdad?, a esa tierra densa, privada de luz, donde seremos alimento de animales
ciegos.-

El Malentendido - Albert Camus.



HOY SI QUE ME CAGO EN TODO.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Vuelvo

Quizás sea terapéutico, o quizás liberador, plasmar ideas frente a un monitor encendido.
Y quizás sea un ejercicio de autocontrol, pero cuando hay una necesidad, mejor dejarla ser.
Hoy le llamo volver, tal vez no sea del todo, tantas veces hemos prometido volver, tantas otras hemos jurado jamás volver a hacerlo, y siempre hemos incumplido.
Muchas promesas están para eso, para transgredirlas; hay también de aquellas frente a las que mejor no revelarnos nada y cumplir a raja tabla.
He perdido el hábito, pero no las mañas, es difícil recuperar la dicción, fluida y fresca de antaño, voy a intentarlo con todas mis ganas aquí dispuestas.
Vuelvo para soltar la lengua con libertad, para tirar lo que salga y que sea lo que sea.
Vuelvo para compartir angustias, nostalgias, pesares, enojos, rabias..
Vuelvo porque siempre vuelvo.

lunes, 20 de julio de 2009

La niebla..

Domingo 32 de otoño, antes del viaje, la niebla.
La niebla lo invade todo, este cuarto que no eligió, este mundo que no es el suyo y estos ojos desconocidos que la miran, que la buscan y que aseguran conocerla.
Acá la niebla, más allá también la niebla sobre sus manos viejas como de piel de papel
sobre los huesos de antiguo barro valiente todavía caminante.
En medio de toda esa niebla, ella, ella de espalda a las ventanas herrumbradas de su presente baldío, de frente al abismo de todo su pasado, al velatorio continuo de sus memorias desvencijadas, famélicas, suicidas.
A veces un sorbo de sol tibio la separa de la niebla es la lucidez con vida de mariposa con dos segundos, desesperada, heroica, consigue traer de nuevo a sus pares juntar nombres con rostros y revivir un domingo hecho del tiempo que su amor estaba siempre vivo, en donde siempre hay un baile, donde siempre hay risas y donde siempre es feliz como era.
Un instante más y la mariposa caerá aplastada bajo el plomo implacable de una niebla invisible beso su mejilla ahora y calculablemente distante.
Ella pregunta ¿Quién soy? La niebla otra vez lo invade todo...



Solita en un rincón
de un tiempo que murió
hace algún tiempo atrás
sin horas ni reloj.

Ausente en ese vals
de cínico compás
bailando en un montón
de niebla y soledad.

Y yo no sé
no sé como llegar
y solo sé
tan sólo se cantar.

Y agradecer
que puedo recordar
tus caricias piel de sol
y terciopelo.

Perdida entre tu piel
se ríe tu niñez
se ríe y vos te vas
te abrazo donde estés.

Y yo no sé
no sé como llegar
y solo sé
tan sólo se cantar.

Y agradecer
que pude disfrutar
de tus mimos
de budín y caramelo.


Será cuestión entonces de tener el alma liviana y limpia.
Prontos nuestros puntapies de niños traicionados,
prontas nuestras mejores ropas y nuestras peores blasfemias.
De tener enterados a nuestros huesos y a nuestras nostalgias,
intactos nuestros sueños de alas,
alguna ventana abierta
y estas ganas locas de estar bien vivos para la hora que nos toque morirnos.


(La niebla, Agarrate Catalina)



martes, 30 de diciembre de 2008

Balance de lo qué?

Es la tercera vez que prendo la pc en menos de una hora, no es para algo bueno en ninguna de las tres oportunidades. Odio con toda mi alma esta época festiva. Odio con toda mi alma no poder escuchar otra canción. Odio darme cuanta que es tan cierta.
Tengo más ganas de llorar que de levantar una copa.
Es que a veces hasta ni yo me entiendo.
Odio necesitar tanto que me agarren de los pelos. Tal vez ya es tarde, puede que lo sea y más me duele el corazón. (3ra vez que suena esa canción)
Odio que siempre tengan razón cuando me decían que a mi me gustaba estar así.
¿Qué mierda tiene los fines de año que todo el mundo se puso a hacer balance?
Para mi son una mierda, me deprimen, me dejan tirada y no los soporto.
Es un día más, pero lo hacen tan escandaloso que se vuelve tormentoso.
En fin de año me acuerdo que me faltan pedazos de corazón,
En fin de año hago recuento de amigos y no se pero alguno se me perdió en el camino porque falta gente.
El otro día me dijeron algo, que casualmente me dejo una grieta: "todo lo destruís". (5ta vez que suena Nena) Y creo que tengo que empezar a aceptar que es así, ya no tengo que ocultarmelo más, no tiene sentido.
Me niego a hacer balance, me da miedo.

JULIO CORTAZAR. RAYUELA. CAPITULO 93.
".. temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te queiro por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te queiro porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estas en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobúses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un sólo lado (...) y no me mires cone sos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico de Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. (...) Stop, ya está bien así. (...)
¿Por qué stop? Pormiedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. (...) Como si se pudiese elegir en el amor, como sí no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio."
Entonces ahora me siento Horacio. (la canción ya sonó una cantidad innumerable de veces, también así fueron las lluvias que salieron de mis ojos)
Ese hombre que ama pero no se da cuenta, o no quiere aceptarlo. o "ama raro" como me dijeron hace rato.
Amo raro, está bien. Lindo par de palabras. Me conformo con ellas. Son un problema a veces, soy el problema a veces.
Un amigo mío me hizo ver que no hay que desear feliz año, tampoco lo iba a hacer.
El primero de enero, tararí, parafraseando a mi Joaquín, esperaré el diluvio universal.